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Nuevas aplicaciones de la madera en la edificación


La madera en España está resurgiendo de sus cenizas. Tradicionalmente la madera se ha usado mucho en casi todas las regiones de nuestro país. Las casas tradicionales del noroeste peninsular están hechas, en su mayoría, de muros de piedra y forjado de madera. En algunas regiones de la meseta incluso se hacían también las paredes de entramado de madera.

Pero bien entrado el siglo XX el hormigón ha ido sustituyendo inexorablemente al resto de materiales estructurales (madera, piedra, cerámica). No ha sido tanto por el material en sí sino por un cambio de paradigma en el sistema estructural: se pasaba del sistema de muros de carga al sistema adintelado. El hormigón permite, tal como ya estableció Le Corbusier con la Maison Dom-Ino en 1914, hacer plantas y fachadas libres en las que el único condicionante era la situación de los pilares. Por tanto el hormigón fue imponiéndose a lo largo del siglo XX como material estructural, seguido muy de lejos por el acero y dejando en lo anecdótico a las estructuras de fábrica y de madera más que para pequeñas edificaciones o rehabilitaciones.


Con la entrada en vigor del Código Técnico en España en 2006, se le daba un fundamento legal a las estructuras de madera que, anteriormente, prácticamente tenían que ser calculadas a sentimiento, mediante números gordos o utilizando normativas extranjeras. El Código Técnico regula las estructuras de madera aserrada y laminada, que son las que existían cuando se redactó. A día de hoy la industria ha creado nuevas tipologías derivadas de la madera, tanto estructurales como no estructurales. En algunas regiones con más tradición (especialmente en el norte) están cada vez más implantadas, mientras que en el resto será cuestión de tiempo.


Estructuras de madera


Las estructuras de madera existen desde la prehistoria, pues consistían en construir con troncos o ramas de árboles. Aquí vamos a analizar los distintos tipos de maderas estructurales, por orden cronológico de implantación en nuestro país:


1. Madera aserrada


La madera aserrada es el tipo más antiguo de madera utilizado en la industria y el único usado hasta hace poco. Consiste en cortar directamente un trozo de madera del tronco de un árbol. Como estamos hablando de madera estructural, estas piezas tendrán forma de listones para su uso como vigas, cerchas o pilares. También se usan listones más pequeños como vigas secundarias o correas en forjados.


La especie más utilizada en nuestro país para hacer madera aserrada es el pino, pues es una madera barata y con buenas cualidades mecánicas. Además es una especie muy extendida en nuestro país. También se han usado tradicionalmente y aún se siguen usando especies como el castaño, el roble o el chopo.


2. Madera laminada


La madera laminada encolada, abreviadamente madera laminada, se patentó en 1906 en Alemania pero no se implantó, al menos en España, hasta finales del siglo XX. La madera laminada es un material exclusivamente estructural que consiste en la unión de varias láminas de madera mediante una cola o adhesivo. La piezas de madera laminada pueden tener tamaños mucho mayores que las de madera aserrada porque se hacen a partir de la unión de varias piezas. Por ello, son muy comunes cuando hay que salvar grandes luces como en polideportivos, piscinas, auditorios, etc. Además, se pueden realizar con formas curvas y con cambios de sección, lo que les permite un mejor aprovechamiento del material, así como una mayor libertad estética.


La especie más utilizada para hacer madera laminada encolada es el abeto rojo. También se usan el pino y otras especies en menor medida.


3. Madera contralaminada (CLT)


La madera contralaminada, más conocida como CLT (Cross Laminated Timber), es un material desarrollado en Austria en la década de 1990 e implantado poco a poco en varios países de Europa. En España apenas lleva una década de implantación, pero ya existen industrias de producción propia y empresas que distribuyen el material de otros países. El CLT también se está extendiendo mucho en varios países de Latinoamérica.


El CLT consiste en el encolado de varias láminas de madera, cada una en el sentido perpendicular a la siguiente. De esta manera el producto conseguido, al contrario que la madera laminada, trabaja igual de bien en las dos direcciones. Es el equivalente al contrachapado a nivel estructural. Su uso principal es la formación de elementos superficiales, tanto forjados como muros.


Las ventajas del CLT es que la construcción es muy rápida y sencilla, pues las piezas pueden venir cortadas de fábrica y ser colocadas in situ mediante una grúa. La construcción de una estructura de CLT es mucha más limpia, pues se realiza en seco. La construcción de la estructura de un edificio de CLT se puede realizar en pocos días, lo que en hormigón necesitaría varios meses.


La desventaja, si queremos realizar una estructura íntegramente en CLT, muros incluidos, es que no tendremos la libertad en el futuro de tirar dichos muros, pues son estructurales, ni de ampliar los huecos si no es con un estudio pormenorizado de los esfuerzos en el muro. Otra desventaja a tener en cuenta es que las estructuras de CLT son más caras que una estructura convencional de entramado de madera o que una estructura de hormigón.


Pero el CLT se está convirtiendo en una alternativa muy seria en rehabilitación de edificios con muros de carga, pues permiten la sustitución de entramados de madera por paneles CLT de manera limpia y ocupando un espesor pequeño en comparación al necesario con vigas de madera laminada o aserrada. Incluso son un buen complemento a las estructuras de vigas metálicas o de madera en sustitución de paneles de chapa o de madera para mejorar el comportamiento acústico de los forjados y conseguir luces mucho mayores.


Las especies más utilizadas son las coníferas, destacando, la pícea, el pino o el abeto.


4. Paneles aislantes estructurales (SIP)


Los paneles aislantes estructurales, también conocidos como sistemas SIP (Structural Insulated Panels), son una evolución de los paneles sándwich, pero con capacidades estructurales. Este sistema tiene su origen en los Estados Unidos hacia finales del siglo XX. Aunque tardó en extenderse por el resto del mundo, ya está firmemente instalado en países como Chile. En España su uso todavía es muy limitado, aunque tenemos una empresa puntera en nuestro país que los desarrolla.


Los paneles SIP consisten en paneles estructurales con alma de poliestireno extruido y planchas exteriores de OSB. Se puede sustituir el OSB por otros materiales como el contrachapado, mientras que el alma se puede sustituir por otro tipo de material aislante, como poliestireno expandido, poliuretano o incluso materiales más naturales.


Su uso es parecido al del CLT, pues permiten generar la estructura completa de un edificio mediante muros y forjados del mismo material, con la ventaja de que es un material más ligero, pues está relleno de aislamiento. También tiene un comportamiento muy bueno tanto térmico como acústicamente, por tanto no necesitará aislamientos adicionales en ningún caso, mientras que el CLT, a pesar de tener buenas capacidades aislantes, puede necesitar aislamiento extra, especialmente en cubierta.


Debido a su gran capacidad aislante es un sistema muy recomendado para edificios pasivos.


Aunque en otros países se considera un sistema asequible, más que el CLT, en España, debido a su falta distribución, puede resultar un material costoso. Pero sin duda es uno de los materiales del futuro, debido al ahorro de mano de obra y de tiempos de construcción.


Se pueden utilizar diversas especies para los paneles, destacando la de chopo por ser la que utilizamos en España.


5. Madera microlaminada (LVL)


La madera microlaminada o LVL (Laminated Veneer Lumber) es una evolución de la madera laminada y del tablero contrachapado. Se diferencia de la primera en que sus láminas son de apenas 3 mm, mientras que los de la madera laminada son de unos 30 mm. Sin embargo, se diferencia del contrachapado en que sus fibras se orientan todas o casi todas en la misma dirección, por tanto, trabaja claramente mejor en una dirección, como la madera laminada, por lo que está especialmente recomendada para vigas y elementos lineales. Este sistema tiene su origen en Finlandia, donde este producto se conoce como Kerto, y se distribuye y utiliza por varios países, incluido España.


Las vigas de madera microlaminada se caracterizan por ser muy delgadas y poseer un gran canto, por lo que dotan a la estructura de unas cualidades estéticas muy altas. La resistencia de este material es al menos el doble que la de la madera laminada, por lo que se dota a la estructura de una gran ligereza y muy poco impacto al medio ambiente.


La especie que más se usa para confeccionar la madera microlaminada es el abeto.


Sistemas no estructurales de madera


1. Paneles sándwich de madera


Los paneles sándwich se remontan hasta mediados del siglo XX. En España están ampliamente extendidos desde hace años. Los paneles sándwich de madera se componen de paneles de madera (contrachapados, aglomerados o VIROC) encolados a un núcleo aislante (generalmente de poliestireno extruido).


Su uso más común es en de cubiertas ligeras, aunque también se pueden usar en fachadas. Se pueden apoyar sobre correas de todo tipo, de madera o metálicas, e incluso pueden resolver ellos mismos la impermeabilización de la cubierta, aunque lo más habitual es colocar sobre ellos otros materiales como teja o pizarra.


Los tableros que componen los paneles sándwich pueden ser de todo tipo de maderas y acabados, desde pino, abeto, iroko, tableros OSB, aglomerados, etc.


2. Paneles de madera-cemento


Los paneles de madera-cemento, conocidos comúnmente como Viroc por ser la empresa, portuguesa, más difundida en nuestro país, son un material composite formado por la compresión de partículas de madera y cemento. Su configuración ha ido evolucionando a lo largo del sigo XX con diversas patentes en diversos países, pero nunca ha tenido un desarrollo tan amplio como otro tipo de paneles de madera.


Su uso de expande por todo tipo de elementos superficiales: fachadas ventiladas, falsos techos, revestimientos, particiones, etc. Son un material impermeable, por lo que son una opción muy recomendable para exteriores. Además, es un material con unas cualidades estéticas óptimas para el diseño de todo tipo de ambientes.


Dentro del campo de las fachadas ventiladas, cada vez más en auge, es una de las alternativas más económicas.


Normalmente, este material se elabora con partículas de pino.


Conclusión


Solo hemos hablado de algunos tipos de derivados de la madera, centrándonos especialmente en los materiales estructurales y de revestimiento exterior, que son los que tienen un impacto más directo en la configuración arquitectónica de los edificios. Nos hemos dejado en el tintero todos los tipos de paneles de madera (contrachapado, OSB, DM, tableros de partículas, etc.) que se pueden usar para todo tipo de revestimientos, mobiliario o decoración. También hemos obviado los materiales para suelos como la tarima flotante, los entablados o el parquet, así como la aplicación de la madera en puertas, ventanas, zócalos y mobiliario en general. Todos estos ámbitos también están teniendo una gran evolución en el mercado, debido a que la madera está saliendo de esa larga noche de piedra por la que deambuló durante la segunda mitad del siglo XX.


Somos muy conscientes de que los recursos de nuestro planeta son limitados, por lo que tenemos que usar materiales sostenibles si no queremos acabar con los recursos e nuestros hijos. La madera cumple una doble función en este campo, es un material que podemos producir en poco tiempo, apenas unos pocos años que tarda en crecer el árbol del que se saca, y genera oxígeno para nuestro planeta a la vez que recude el dióxido de carbono.


Además, la madera es un material que se produce en casi todas las partes del globo. Los nuevos usos de la madera no se basan, como cree alguna gente, en usar maderas exóticas como el bambú o las maderas tropicales. Ya hemos visto aquí que los derivados de la madera se producen con especies muy arraigadas en nuestro país y en países limítrofes, especialmente de las diversas variedades de pino que existen. Por tanto, podemos decir que la madera ha vuelto para quedarse.

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